Sunday, July 23, 2006

De vuelta.

De pronto al igual que Forest, me cansé de caminar, ahora mi reloj marca las 5:05 AM. Frente al terminar de Santiago espero la micro mientras el frío me obliga a recordar a mi amiga bufanda que dejé olvidada en las tierras del sur, era una bufanda especial, extraña como yo, contaba unos chistes para morirse a carcajadas y además dibujaba corazones, pero no se quedo sola, mi amigo gorrito de lana también quedo olvidado junto con ella, con él nos conocimos en mi visita a las Torres del Paine, el era algo serio, pero con una creatividad envidiable, ahora los extraño pero ellos eligieron otro camino.

Son las 5:15 AM, la 218 se detiene frete a mi, entrego los últimos 300 pesos que quedaban en el bolsillo, “los 80 se los quedo debiendo jefe” me dije hacia dentro, ahora solo me acompaña mi guitarra, no canta ni suena aún, es solo una niña todavía, una vieja maleta roñosa testaruda y mi cámara fotográfica, ella es la inseparable confidente mía, guarda todos mis secretos, incluso aquellos que quiero olvidar...

La gente subía y subía a la micro, se notaba a lo lejos que tenían los síntomas de una noche de alcohol y diversión, yo solo me reía, estaba contento de volver, se lo conté a mi cámara y ahí me confeso donde al parecer había perdido a mis dos amigos, apareció así otra sonrisa ¿una sonrisa azul?... los colores y expresiones se conjuraron esa noche... aquella sonrisa la deje allá mismo donde la encontré, no iba a cometer el mismo error de traérmela, los demás detalles quedan para mi y mi amiga.

Una sonrisa… reí nuevamente… ya esta llegando a la Plaza Ñuñoa, me baje de la micro y camine hacia mi hogar… me sentía bien, ya eran las pasadas 6:00 AM… ya estoy de vuelta… y reí.

8 comments:

Jorge Enrique Díaz Pérez said...

Gracias por la viisita...

Saludos,

Viddeara said...

Es bueno llegar al lugar (in) deseado.
Es bueno sonreir.

Saludos!

danieLa® said...

Yo ahora quiero empezar a caminar, no sé bien hacia donde, pero siento que el haber estado detenida mucho tiempo en el mismo sitio me impidió ver otros paisajes más acogedores.
Me gustó como contaste la historia, a veces también tengo ese tipo de conversaciones.
Volveré por acá sin duda. Un abrazo.

Paula García said...

Las sonrisas siempre nos alegran el viaje, así como ese tipo de conversaciones son inolvidables.... además...la Plaza Ñuñoa siempre será un buen lugar para bajarse de la micro. Seguro que seguiré leyendo tus historias.
Saludos,

Anonymous said...

todo gira sin parar.. tu mundo gira tan rapido. que un dia no te daras cuenta cuando parará.

Muchos saludos.

=)

Unknown said...

No hay lugar mejor que el hogar, como dice la Dorothy en el Mago de Oz. No sé por qué, pero me causó mucha curiosidad tu bufando y el gorro de lana :D

Gracias por dejar tu huella en mi blor.

Besos
Tarí

Lilith said...

oup!
sé que no lo he visitado
pero es que estaba (estoy)
en algo , en verdad en nada
solo ando alejada de todo y de todos

lo siento

por eso no he pasado por acá

es rico sonreir
te hace bien
y se bota lo malo

Besos...lo leo

Unknown said...

Gracias por visitar mi blog!!